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Sabueso Español

Origenes del Sabueso Español

Escribir acerca de los orígenes de nuestro sabueso, es realmente difícil, ya que España, si en algo destaca, al contrario de otros países europeos, como Francia, Inglaterra o la mismísima Italia, países todos ellos de un reconocido prestigio sabuesero; es el carecer de tratados cinéfilos que nos ayudasen a entender, si cabe un poco más, la historia de nuestras razas caninas...

Una de las reseñas mas antiguas, es la que se refleja en el libro de D. Julián Uría Riu “Los vaqueiros de Alzada. De caza y etnografía”. En dicho libro se habla de perros sabuesos: “en el año 1100, el Monasterio de Corias, situado en el actual Concejo de Cangas del Narcea (Asturias), recibió de un particular, cierta donación de bienes entre los que se menciona una villa cum famila servorum, varias cabezas de ganado y seis canes sabuesos...” según una inscripción en el becerro del Monasterio de San Juan de Corias. El propio libro, más adelante, vuelve a hacer otra reseña, sobre los perros sabuesos, al nombrar: Ramiro Ovequiz vendió al conde Don Piniolo, fundador del monasterio de Corias, la villa de Sangoñedo junto a San Verisimo (Concejo de Tineo), en el año 1068", -pro uno cane sabuiso venatore et pro uno acciprite bono garcero…”. Famosa es la descripción que realiza Alfonso X, en su libro “La Monteria”, durante el siglo XIII, de lo que era por aquel entonces el perro sabueso: “…La cabeza cuadrada, et non agudo el rostro, et que haya la nariz un poco arriba...; et haya las orejas colgadas, et non muy grande, et bien apegadas a la cabeza; et los ojos tristes et que caten adelante, et el cuello non muy corto, nin muy luengo; et que haya los pechos abiertos; et que haya los brazos enfiestos, et non luengos nin delgados...; et de cuerpo que non sea muy grande nin muy pequeño...Las más finas colores que nos fallamos en los sabuesos son estas: blancos, et amariellos, et rubios claros, et rubios oscuros...; pero que non hayan sobre ojos...”.

En 1582, Argote de Molina, nos describe el fin de los sabuesos, por aquel entonces: “El sabueso español actual posee un desarrollado olfato, buena voz y gran fondo. Resistente al cambio y, aunque su empleo característico es sobre liebre y corzo, se adapta fácilmente, dada su versatilidad, utilizándose indistintamente sobre ciervo, jabalí, rebeco, zorro, lobo y oso....”
Aportación importante, fue el libro de Evero “Páginas de caza”, impreso en Madrid en 1898. En éste, el autor nos escribe a cerca de las diferentes variedades de perros sabuesos, procedentes de puntos tan dispares como la Rioja,
Cantabria, los Pirineos. Describe la forma de cazar de perros procedentes de Vizcaya -fornidos, piernas robustas, manchas oscuras-; de San Sebastián - blancos, ligeros-; de Cantabria –lebreles, pelo muy corto, rojizo con partes más morenas, vivos; de los Pirineos –perros tricolores-. Perros muy dispares, morfológicamente hablando, aunque funcionalmente destacasen todos por su viveza y tenacidad en el rastro.

Se llega al siglo XX, y se funda la Real Sociedad Canina de España –más concretamente en 1911- inscribiéndose en 22 años la cantidad de 12 ejemplares, todos procedentes de Cantabria, seis ejemplares del afijo “El Cierro”, de Torrelavega y otros seis del afijo “el Campijo” de Castro Urdiales. Sabuesos que iban desde el negro-fuego al caoba-blanco actual.

Llegado aquí y ya que nos situamos en 1980, año en que se empiezan a hacer concentraciones, que más tarde darían lugar a lo que dio en llamarse Club de Sabueseros de España, vuelvo atrás, para dar una opinión acerca de la historia de los sabuesos.

¿Cuándo surge el Sabueso Español, cómo tal?...Decir que se crea en las tierras de Tineo, parece una temeridad a bote pronto, ya que lo del Monasterio de Corias en Cangas del Narcea, indica de la existencia, sin más, por aquel entonces de perros sabuesos en España.

Afirmar que se parecen a la descripción realizada por Alfonso XI, más de lo mismo si nos atenemos a lo que se nos dice: “las orejas no deben ser excesivamente largas, pero sí colgadas naturalmente junto a la cabeza. Los ojos tristes y dirigidos de frente, el cuello no muy corto, ni muy largo, pechos anchos, brazos derechos y no muy largos no delgados, cuartillas pequeñas, manos redondas y apodencadas el anca bien colgada y los costados cortos, el lomo bueno pero descarnado de carnes sobre las ancas: las corvas de las piernas poderosas y corvas y los pies como las manos: la cola bien puesta hacia arriba, ni muy larga ni muy gruesa: el cuerpo en general ni muy grande ni muy pequeño. La sabuesa tenga la cabeza semejante a la culebra: los ojos mayores que el macho, las orejas más colgadas y más delgadas, semejante en todo al Sabueso menos el pecho que puede ser más estrecho, las caderas mayores y los costados algo más largos, la cola ni tan gruesa ni tan espigada como la del macho, pero ninguno de los dos tengan demasiado fino el pelo”.

Esta descripción sí que puede describir un perro sabueso, pero qué quiere decir con lo de la cabeza de la culebra; la cola bien puesta hacia arriba como sí la llevara en forma de sable o bien la poca finura del pelo, no permite sacar muchas conclusiones acerca de lo que hoy se conoce como Sabueso Español.

Argote de Molina, describe la forma de cazar de un sabueso, pero éste bien podría tratarse de un español, de un Ariegeois, o de cualquier perro del ámbito del grupo VI de la F.C.I. Es de suponer que por aquel entonces no habría razas foráneas y que lo que realmente describe es la forma de cazar del sabueso de entonces, forma de cazar o rastrear que guarda bastante similitud con nuestro Sabueso Español.

La descripción de Evero, es importante para indicarnos que perros había en la España del siglo XIX. Algunos más parecidos que otros a lo que dio en llamarse Sabueso Español. y a los tipos de perros que describe Evero, indicar, que a unos sí, pero a otros no.

De las inscripciones realizadas a principios del Siglo XX en la R.S.C.E. poco que añadir; había perros negros y caobas, pero viendo la morfología de uno de los perros inscritos (Tango )  muy poco, por no decir nada se parecía a lo que es el ideal de un perro sabueso.

Y se llega al año 1980, donde surge la figura de un sabuesero de nombre Francisco P. Ortuño, conocido por sus artículos en la única revista de caza, de por aquel entonces “Caza y Pesca”. Desde esa tribuna, organiza lo que da en llamarse “Concentración Nacional de Perros sabuesos”, en vistas a fundar un club español del sabueso. Un club que velara por la pureza de las razas de los perros de rastro y sobretodo de su funcionalidad.

Se hicieron entonces concentraciones de perros sabuesos. Tuvieron lugar en Posada de Llanes, en Cabezón de la Sal…en Torrelavega. Y empezaban a sonar nombres de criadores y cazadores en las revistas, como Quique de Camango, Guillermo González, Lisandro Bode, Víctor Cotera, Enrique Lamadrid, Felipe Sanpedro, Manolita del Rio y un largo etcétera.

 

Estándar Oficial del Sabueso Español

Estándar Federación Cinológica Internacional Nº: 204

Fecha de publicación del estándar de origen en vigor: 26.05.1982

Nombre de la raza: SABUESO ESPAÑOL

País de origen: España

UTILIZACIÓN: Perro de rastro para caza menor, aunque no desprecia el rastro de caza mayor, ya sea jabalí, ciervo, corzo, zorro lobo u oso. El cazador, informado por la voz (latir o llatir) del perro y sus modulaciones, conocerá el desarrollo de la caza del rastro y sus incidencias tales como rastro viejo o reciente, doble rastro, "latir de parada o llamar a muerto". El Sabueso Español es el gran especialista en la caza de liebres "a vuelta"  y es sumamente efectivo en el rastro de sangre.

CLASIFICACIÓN FCI:
Grupo 6. Perros tipo sabueso, perros de rastro (exceptuando lebreles)  y razas semejantes. Sección 1.2  Perros  tipo  sabueso  de  talla  mediana.

BREVE RESUMEN HISTÓRICO: Conocido ya en la baja Edad Media, es descrito magistralmente en el "Libro de la Montería" por el Rey Alfonso XI (siglo XIV) al igual que por Argote de Molina (1582) y numerosos autores clásicos.

APARIENCIA GENERAL: Es un perro de talla media, eumétrico y longilíneo. De hermosa cabeza y largas orejas. Destaca el elevado perímetro torácico de la raza y el diámetro longitudinal que supera ampliamente la alzada a la cruz. De esqueleto compacto y fuertes miembros; de pelo fino, liso y pegado. De mirada dulce, triste y noble.

PROPORCIONES IMPORTANTES: Estructura longilínea. Diámetro longitudinal ampliamente (7 - 10 cm.) superior a la alzada a la cruz. Relación cráneo-hocico = 1:1, es decir igual en longitudes.

TEMPERAMENTO / COMPORTAMIENTO: Cariñoso y manso, es un hermoso animal, que en el combate con piezas de caza mayor demuestra poseer una bravura y valentía poco común.

CABEZA: Armónica, proporcionada con el resto del cuerpo y larga. Líneas cráneo-faciales divergentes. El conjunto cráneo-región facial visto desde arriba debe ser alargado y muy uniforme, sin dar sensación de hocico puntiagudo.

REGIÓN CRANEAL:
Cráneo: De anchura media, siendo superior en los machos. Perfil convexo. La anchura del cráneo debe ser igual a su longitud. Visto de frente, debe ser abovedado. Cresta occipital simplemente marcada.
Depresión naso-frontal (Stop): Suave, poco acentuada.

REGIÓN FACIAL:
Trufa: Grande, húmeda y con ventanas anchas y de amplio desarrollo. Su color oscila desde un marrón claro a un negro intenso, acompañando siempre al color de las mucosas.
Hocico: Perfil recto, admitiéndose ligera subconvexidad en el tramo terminal. Visto de arriba aparece moderadamente rectangular, disminuyendo su anchura en dirección a la trufa.
Labios: El superior debe cubrir decididamente al inferior siendo suelto y desprendido con moderación. El inferior forma comisura labial marcada. Las mucosas deben ser del mismo color que la trufa. Paladar del color de las mucosas con crestas marcadas.
Mandíbulas / Dientes: Mordida en tijera. Dientes blancos y sanos; caninos bien desarrollados; existen todos los premolares.
Ojos: Medianos, almendrados, de color avellana oscuros. De mirada triste, noble e inteligente. Párpados pigmentados del color de la trufa; mucosas adosadas al globo ocular, admitiéndose tenue relajación en reposo.
Orejas: Grandes, largas y caídas. De suave textura, forma rectangular y punta redonda; están insertadas por debajo de la línea de los ojos y penden libremente en tirabuzón. Sin ejercer tracción han de sobrepasar ampliamente la trufa. Red venosa visible y a flor de piel.

CUELLO: Tronco cónico, ancho y potente, musculado y flexible. Piel gruesa y muy despegada, que forma papada marcada y suelta aunque no exagerada.

CUERPO: Decididamente rectangular, muy fuerte y robusto, de un gran perímetro torácico que ha de ser superior en 1/3 a la alzada a la cruz: alzada a la  cruz 3, perímetro torácico 4. Línea superior: Recta con ligera concavidad sobre la espalda y convexidad sobre el lomo, características de la raza, pero sin ensillamiento.
Cruz: Adelantada y simplemente marcada.
Espalda: Potente, ancha, de acusada longitud.
Lomo: Muy largo, ancho, poderoso y ligeramente elevado.
Grupa: Potente, ancha. Con tendencia a la horizontalidad. La altura a la grupa debe ser igual o menor a la alzada a la cruz: teniendo en cuenta la tendencia existente en la raza a ser elevada, se permitirá levemente.
Pecho: Muy desarrollado, ancho, profundo y alto, llegando ampliamente al codo. Punta del esternón marcada. Costillas con espacios intercostales de gran amplitud y redondeadas, que albergan una gran caja torácica.
Vientre y flancos: Vientre poco recogido, los ijares muy notables y descendidos y los flancos amplios.

COLA: De nacimiento grueso e inserción media. Fuerte y poblada de pelo muy corto formando en la punta un pequeño pincel. En reposo su porte es ligero, curvado y bajo sobrepasando el corvejón; en trabajo y movimiento, es elevada en sable sin exceso y muestra un movimiento lateral continuo de vaivén. Jamás recta hacia arriba o descansando sobre la grupa.

EXTREMIDADES

MIEMBROS ANTERIORES: Perfectamente aplomados, rectos, paralelos; dan sensación de cortos y se aprecian claramente músculos y tendones. La longitud del antebrazo debe ser igual a la del hombro. Fuertes de hueso; con metacarpos potentes y codos bien adheridos al tórax.
Hombros: Escápula oblicua, redondeada, musculada y de longitud similar al brazo. Angulo escápulo-humeral próximo a los cien grados.
Brazo: Fuerte.
Codos: Pegados al tórax. Angulo húmero-radial próximo a los cientos veinte grados.
Antebrazo: Recto, corto y bien aplomado. De fuerte hueso.
Metacarpo: Fuerte de hueso y potente. Visto lateralmente poco inclinado.
Pies anteriores: De gato. Dedos apretados, falanges fuertes y altas. Uñas duras y fuertes; almohadillas amplias y resistentes. Membrana interdigital moderada y provista de pelo fino.

MIEMBROS POSTERIORES: Potentes, musculados y de excelentes angulaciones. Aplomos correctos, corvejones sin desviaciones, metatarso largo y pies fuertes. Proporcionan al perro la fuerza, agilidad y empuje necesarios para pistear terrenos muy escabrosos y con notables desniveles.
Muslo: Fuerte y musculoso. Angulo coxo-femoral próximo a los cien grados.
Pierna: De media longitud, musculosa. Angulo femoro-tibial próximo a los ciento quince grados.
Corvejones: Bien marcados, con nítida apreciación del tendón. Angulo del corvejón abierto, cercano a los ciento veinte grados.
Pies posteriores: De gato, ligeramente ovalados. Más alargados que los pies anteriores. Presencia o no de espolones que suelen ser simples, rara vez dobles, admitiéndose su amputación.

MOVIMIENTO: El movimiento preferido es el trote, siendo largo, sostenido y económico, sin tendencia a la lateralidad ni ambladura. Se presentará especial interés a los codos y corvejones durante el movimiento. Existen durante la marcha tendencias naturales de la raza a caminar olfateando con cabeza baja.

PIEL: Muy elástica, gruesa y de color rosado, desprendida por todas las zonas, formando algunas veces arrugas frontales en posición de cabeza baja.

PELAJE

PELO: Tupido, corto, fino y pegado. Repartido por el cuerpo hasta los espacios interdigitales.

COLOR: Blanco y naranja, con predominio de uno o otro color y distribuido en manchas irregulares bien definidas y sin moteado. El color anaranjado puede oscilar desde un tono más claro (limón) al tono rojizo fuerte amarronado.

TAMAÑO: Se observa en esta raza un elevado índice de dimorfismo sexual que se refleja en la diferencia de tamaño entre machos y hembras, siendo las hembras sensiblemente más bajas y de menor corpulencia.
Altura a la cruz: Machos: de 52 a 57 cm. Hembras: de 48 a 53 cm.
Se admite un centímetro de tolerancia sobre la alzada para ejemplares de excelentes proporciones.

FALTAS:
Cualquier desviación de los criterios antes mencionados se considera como falta y la gravedad de ésta se considera al grado de la desviación al estándar.
Perfil del hocico acarnerado, pero sin exceso.
Mordida en pinza; ausencia de algún premolar.
Párpados tan relajados que provoquen escasa conjuntiva visible.
Línea superior débil y distorsionada durante la marcha.
Elevación de la región del lomo, aunque permitida, no debe ser jamás exagerada.

FALTAS GRAVES
Aspecto frágil.
Hocico puntiagudo en exceso o romo.
Prognatismo superior moderado. Ausencia de caninos o premolares, no debida a traumatismos.
Entropión o ectropión.
Oreja amputada.
Línea superior ensillada.
Alzada a la grupa muy superior a la alzada a la cruz.
Perímetros torácicos escasos.
Cola excesivamente elevada o apoyada sobre la grupa. Cola amputada.
Aplomos incorrectos, débiles o desviados.
Codos salientes durante la marcha o en estación.
Corvejones de vaca.
Braceos laterales durante la marcha.
Pelo ondulado, duro o semilargo.
Ladre.
Carácter desequilibrado, excesiva timidez, nerviosismo o agresividad.

FALTAS ELIMINATORIAS
Diámetro longitudinal igual o inferior a la alzada a la cruz.
Nariz partida.
Prognatismo superior excesivo. Cualquier grado de prognatismo inferior.
Pelo duro o largo. Pelo lanoso que indique mestizaje.
Ejemplares tricolores o con marcas fuego en hocico y miembros.

Nota: Los machos deben tener dos testículos de apariencia normal completamente descendidos en el escroto.

ANEXO
Durante la Asamblea General Ordinaria del Club del Sabueso Español y Razas Afines, celebrada en Cangas del Narcea, el 25 de junio de 2005, y tras consulta a los socios, se aprobó por unanimidad una nueva definición de la oreja del Sabueso Español, quedando de la siguiente forma:

Grandes, largas y redondeadas suavemente en la terminal, lo más pegadas a la cara posible; puede tolerarse una oreja un poco vuelta hacia dentro en la terminal pero sin llegar a caer en tirabuzón; la inserción de la oreja debe situarse ligeramente por debajo de la línea de los ojos; sin ejercer tracción o fuerza deben sobrepasar el hocico; la textura no deberá ser excesivamente suave; red venosa visible.

Diseño y desarrollo Tantatic