Los vecinos de la zona rural de Gijón no aguantan más. El aumento de los daños ocasionados en fincas y cultivos por el jabalí, las molestias que la presencia de esta especie ocasiona y la peligrosidad que supone su paso por las carreteras locales y caminos de labranza, donde puede provocar accidentes, han elevado el malestar de los vecinos de las parroquias rurales hasta niveles insospechados.
Desde las movilizaciones realizadas en su día contra un plan general de urbanismo de la época socialista que atentaba contra los intereses de los propietarios locales no se percibía un ambiente tan caldeado entre los gijoneses que habitan la zona agreste del municipio.
Tan es así, y ante la callada por respuesta a sus demandas de la administración regional, que la asociación de vecinos "Les Caseríes" ha pedido que se escuche la voz de los afectados en el Pleno del Ayuntamiento que se celebra el próximo miércoles y en el que reclamarán apoyo de los grupos políticos municipales.
Los vecinos afectados por las correrías cada vez más frecuentes de esta especie, que ha colonizado las zonas de seguridad de caza, donde resulta más dificultoso llevar a cabo batidas para el control de una población que ha crecido de manera alarmante, piden que la Consejería de Desarrollo Rural autorice batidas extraordinarias sin cupo, bajo el control de los guardas del Principado. También reclaman aguardos en las zonas de seguridad sin viviendas para la caza de jabalíes. Y en las zonas donde hay viviendas lo que proponen es utilizar perros de caza para asustar a los ejemplares que han encontrado refugio en lugares donde está prohibido realizar disparos, y desplazarlos a los cotos de caza, donde ya podrían ser abatidos.
Algunas de estas medidas han sido incluidas en la disposición general de vedas que publicó a finales del pasado mes el Boletín Oficial del Principado para su aplicación en los 60 cotos regionales de caza, entre los que se encuentra el del Cordal de Peón, que afecta a Villaviciosa, Gijón y Sariego. A fin de prevenir también los daños en cultivos de maíz, se ampliará el plazo establecido para ahuyentar jabalíes con perros, desde el 15 de abril al 31 de agosto.
Las que proponen los vecinos parecen medidas razonables que en todo caso deben ir encaminadas a hacer compatible el bienestar de los habitantes de la zona rural del concejo y el mantenimiento de sus cultivos con la presencia de una especie de valor cinegético cuya superpoblación se ha convertido si no en un "problema social de primer orden", como denuncian los afectados, sí al menos en una frecuente fuente de conflicto y de pérdidas económicas.
Además de atender la demanda de los vecinos, el Principado debería también simplificar los trámites para la reclamación de indemnizaciones por los daños provocados por el jabalí, que por lo general no llegan a cubrir el valor del estropicio causado. Son muchos los afectados que desisten de reclamar al considerar muy compleja la tramitación administrativa que se exige para poder cobrar.