La Consejería de Medio Rural, Pesca y Alimentación no suspenderá las cacerías de jabalí previstas el próximo fin de semana en la Reserva del Saja, tal y como se lo han solicitado el Partido Popular, por un lado, y las asociaciones animalistas, por el otro, al conocer que en las celebradas los dos anteriores fueron abatidas jabalinas preñadas que estaban en un estado de gestación muy avanzado.
Tanto, dice el diputado popular Luis Carlos Albalá, «que se han dado casos en los que, al matar a los animales y abrirlos, los cazadores se encontraron con los fetos moviéndose».
Iniciada el primer fin de semana de septiembre, la temporada cinegética en Cantabria suele concluir el primer fin de semana de febrero (así se programa precisamente para respetar la época de cría) a no ser que tenga que alargarse algo más para que las cuadrillas puedan recuperar las cacerías que se hayan suspendido en el curso de la campaña. Es el caso este año, en el que el aplazamiento de un total de 60 batidas ha obligado a la Consejería a autorizar la actividad de las cuadrillas hasta finales del mes de febrero, cuando el proceso de gestación de las hembras es ya mayor.
«Se aplazan por razones muy diferentes», precisa el director general de Medio Rural, Antonio Lucio. «Por la presencia de osas con crías, por la falta de guardas forestales o por la proliferación de incendios», motivo, este último, por el que en diciembre se suspendieron la mayoría de esas 60 batidas.
«Es un número muy elevado», admite Lucio. Por eso, la temporada de caza 2015/2016 se ha prolongado tres semanas más.
«En las dos que ya se han celebrado se han recuperado 43 cacerías; 21 en la primera (los días 13 y 14) y 22 en la segunda (los días 20 y 21)», concreta el presidente de la Federación Cántabra de Caza, Ignacio Valle, que recuerda que las 17 monterías que deben celebrarse para completar el calendario tendrán lugar los días 27 y 28.
Ello, a pesar de las fuertes críticas que esta decisión ha soportado del PP y de las asociaciones y colectivos defensores de los animales, que denuncian que la actividad cinegética fuera de la temporada regular está provocando «matanzas» de jabalinas preñadas.
"A punto de parir"
«Todos sabemos que durante la temporada se abaten jabalinas preñadas, pero una cosa es matar a una jabalina preñada de un mes y otra diferente es matar a una jabalina que está a punto de parir», dice Albalá. El portavoz de Ganadería del PP, quien en los últimos días ha sabido «de cazadores que al ver lo que habían hecho se han llevado las manos a la cabeza», pide a Medio Rural que pare «esta masacre» y contemple la posibilidad de compensar a las cuadrillas «de otra forma».
En la misma línea, la representante del colectivo animalista Patas, Beatriz Bolado, pide a la Consejería que, «bajo ningún concepto», consienta que se cacen jabalinas «que estén en avanzado estado de gestación o a punto de parir», solicitud a la que se han adherido igualmente otras protectoras –Asproán, Refugio Canino Torres, Aspacán, Cantabria Felina, Amicat y Proán– y que ha reforzado con una recogida de firmas a través de ‘change.or’. «Me consta que los propios cazadores están escandalizados por esto», asegura Bolado.
Desde el rincón opuesto de la controversia, tanto Lucio como Valle defienden un modelo de gestión «que ya se seguía cuando gobernaba el Partido Popular» y que funciona, dicen, con los mismos criterios «desde que la Reserva es Reserva». «Puedo comprender el rechazo que supone», afirma el director general, «pero lo que me resulta más difícil de comprender es que organizaciones que han tenido responsabilidades de gestión no se acuerden de que el modelo que se sigue es exactamente el mismo», concluye.