A raíz de los atentados del 7 de enero de 2015 contra el semanario satírico francés Charlie Hebdo con armas automáticas y del 13 de noviembre con hasta seis ataques simultáneos en el corazón de París, el Consejo de Ministros del Interior de la Unión Europea se propuso la modificación de la Directiva Armas y la legislación sobre ellas para todos los países de la Unión.
Un asunto que cobra especial relevancia tras la última masacre terrorista de Bruselas. Como argumento, la UE usó la falsa creencia de que las armas utilizadas en los ataques terroristas tenían algo que ver o “se parecen” a las utilizadas por el sector cinegético y campeonatos de tiro. Se confunden las armas automáticas conseguidas en el mercado negro y utilizadas por los terroristas, con las semiautomáticas de cazadores y tiradores. De nuevo, se vuelve a criminalizar a un sector que, hasta la fecha, ha sido respetuoso con las distintas legislaciones en materia de armas, en los distintos países comunitarios.
A través de “change.org” se propuso una recogida de firmas en contra de esas pretendidas restricciones. Desde la citada plataforma sí que se apuntan como problemas reales el que las fronteras exteriores de la Unión Europea no estén protegidas, la existencia de grupos que no admiten ni nuestra cultura ni nuestros valores democráticos, que el tráfico ilícito de armas en la unión está fuera de control y el que los terroristas tengan un más fácil acceso a las armas ilegales del que tienen los poseedores lícitos de armas. Hasta la fecha son más de 300.000 las firmas recogidas y aún no está cerrada la campaña.
En este mes de marzo y tras las reuniones de la Federación Sectorial Armera, la Asociación Nacional del Arma, La Oficina Nacional de la Caza (en la que está representada la Federación Andaluza de Caza), con los europarlamentarios españoles implicados en la tramitación de la Directiva de Armas, todos los representantes políticos han mostrado su rechazo a la Directiva y parece ser que las líneas más agresivas de la misma se han paralizado por el momento.